24  de Mayo. Durante la oración de buenos días recordamos que don Bosco invitó a mirar y ofrecer todo a ella, todo lo que tengamos y realicemos, nuestras penas y alegrías, nuestras vivencias, mirarla a ella. Mirar a María Auxiliadora.

Con una lectura en primera persona de María hablándole a los jóvenes, se realizó la instancia de la mañana. María invitaba a pensar en un mundo más igualitario, desde el servicio, pensando en los otros, quitar nuestro individualismo y mirar a quien realmente lo necesita.

La Eucaristía realizada al mediodía tuvo distintas instancias, el representante legal del colegio, Padre Roberto Pozas, revisó todos los momentos de la ceremonia, de forma especial para el alumnado, considerando que van dos años de ausencia del sacramento de forma presencial. Se guió a los asistentes para que pudieran retomar y aprender los símbolos de cada momento.

En cuanto al contenido del sagrado momento, se destacó el rol de la mujer desde el génesis hasta el apocalipsis, destacando el cómo fue la figura femenina, la que enfrentó al demonio en ambas instancias. Para llegar a María, la Madre Auxiliadora, quien fue la que movió a Jesús a realizar algunos de sus milagros, recalcando que si bien ella no los hacía, fue quien intercedió para que ocurrieran.  Ella tomó la decisión de aceptar una misión importante, estuvo a los pies de la cruz y cada vivencia  la guardó en su corazón.

Llegado el atardecer se dio paso a la procesión, la cual se vivió con mucho ánimo, fuerza y alegría. Se escuchaban los cantos por las calles de la colonia en Catemu, durante el recorrido la caravana de estudiantes y docentes se detuvieron en ciertos hogares y negocios del sector, para rezar con algunas familias que han tenido dificultades. 

Algunos estudiantes, los más pequeños, destacaron por su activa participación dentro de la organización; prepararon el altar en el camión, leyeron textos  y cantaron, lo que fue un gran motivo de alegría, en especial para el coordinador de pastoral Ricardo Soto.

En el Internado, se dio un cierre a la jornada buscando rememorar aquellos elementos  e instancias en donde nosotros mismos hemos estado atentos a los demás, intentando que los alumnos puedan encontrar dentro de sí un poco de María.